Los prefijos no son palabras, son
elementos que carecen de autonomía y necesariamente deben unirse a una
base léxica a la que aportan diversos valores significativos, dando lugar a
nuevas palabras. Los prefijos
se unen por delante de la base: antinatural,
contraindicación, reabrir, superaburrido.
Hasta
el año 2010, la doctrina ortográfica académica venía prescribiendo la escritura
del prefijo ex— (cuyo significado es
“que fue y ya no es”) separado de su base: ex
ministro, ex presidente, ex novio, ex suegra.
A
partir de la nueva Ortografía de la
lengua española (R.A.E., 2010) se considera conveniente asimilar el
comportamiento de ex— al de los
demás prefijos, que son inseparables. Pero eso solo cuando estén unidos a una
base que contenga una sola palabra: exministro, expresidente, exnovio, exsuegra,
etc.
En
cambio cuando la base sea pluriverbal (más de una palabra), el prefijo ex— deberá escribirse separado de la
misma: ex teniente coronel, ex primer ministro, ex chico de los mandados,
etc.
Cabe aclarar que más allá del prefijo que significa “que
fue y ya no es”, la R.A.E. acepta como sustantivo a la palabra ex, en su uso coloquial: Persona que ha
dejado de ser cónyuge o pareja sentimental de otra:
Mi ex y yo éramos dos enemigos sin ánimos de pelear.
Es
invariable en el plural:
Todas mis ex se parecen.
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